Vía de la Plata II

La ruta de hoy transcurría por las calzadas romanas que atravesaban el Puerto de Béjar, así que con nuestra particular cuádriga bicicletera hemos empezado a subir los 4 km que había hasta el alto. Una vez allí la bajada ha sido muy agradable por el robledal, con caballitos, pajaritos, etc. En el Cuerpo de Hombre hemos parado para contemplar sus curvas y beber de su agua. No, no era ningún paisano en pelotas, era el río que nos llevó hasta Calzada de Béjar. Después de la comida, café y charla en el bar del pueblo nos hemos dirigido a Montemayor del rio, con su castillo observando nuestro pedaleo desde las alturas. Y después ¡a darle otra vez al calcetín!, porque todo lo que baja, sube, y el puerto de Béjar había que subirlo otra vez. En Baños de Montemayor nos esperaba de nuevo Vicente, su dueño, para encendernos la lumbre de todas las noches.